La nanotecnología es una ciencia relativamente nueva que, al trabajar en una escala sumamente pequeña, hace posible la manipulación de los materiales a nivel molecular. Gracias al aporte de esta tecnología, es posible diseñar materiales nuevos o cambiar las propiedades físicas de aquellos que ya conocemos.
Para la industria de la construcción, el potencial de esta ciencia es muy interesante, ya que podría corregir defectos de los materiales, prevenir patologías y hasta concebir supermateriales. Propiedades como la fuerza, la superficie, la masa, la conductividad o la elasticidad, pueden ser manipuladas para crear materiales completamente diferentes.
Una nano partícula es una mil millonésima parte de un metro. Expresado de otro modo, tiene una relación de tamaño equivalente a una pelota de fútbol respecto de la Tierra. Lo interesante es que, a nivel molecular, los objetos pueden cambiar de color, forma o estado mucho más fácilmente que en una escala macro.
Una de las aplicaciones más tempranas de los nano compuestos en la construcción son las pinturas y revestimientos autolimpiantes, que combaten el moho y los hongos, según comentó George Elvin, un experto en diseño sustentable que brindó una conferencia en el marco de Buildgreen, una jornada organizada por Argentina Green Building Council.
La Iglesia del Jubileo, diseñada por Richard Meier en Roma, posee una fachada de paneles prefabricados de cemento blanco con nanopartículas de dióxido de titanio fotocatalítico que atrapan la suciedad y luego la descomponen en contacto con la luz solar (foto). También los coches del sistema de subtes de Hong Kong fueron recubiertos en su interior por partículas de dióxido de titanio y plata para combatir la gripe H1N1, ya que matan a la mayoría de bacterias y virus.
Elvin también hizo referencia a las propiedades de auto-regeneración que se pueden inducir en los materiales. Por ejemplo, la incorporación de micro cápsulas de adhesivo en la mezcla de hormigón para reparar fisuras. Al producirse algún tipo de fisura en la masa, la cápsula se rompe y el adhesivo entra en contacto con el aire iniciando un proceso químico de cohesión. De un modo similar, ya se utilizan pinturas anti rayones en los autos de alta gama: “No son tóxicas, no necesitan de calor para regenerarse y se consume menos energía en la terminación de la pintura”, destacó Elvin.
Los aislantes tradicionales también serán superados por los “nanoaislantes”. El nanogel, por ejemplo, puede ofrecer un alto nivel de aislación ya que está estructurado para atrapar aire entre las partículas: “Es el sólido más liviano y etéreo, con un 95% de aire quieto”, destacó Elvin. Y agregó: “Al ser translúcido, se podría hacer una pared tres veces más aislante que una tradicional sin perder iluminación interior”.
Los nanocompuestos utilizados en combinación con acero, hormigón, plástico o vidrio, logran mejorar notablemente las prestaciones de estos materiales. Ya es un hecho el desarrollo de plásticos muy livianos en base a nanos de carbono y se avanza en las investigaciones para alcanzar una resistencia similar al acero. También se ha logrado un efecto electrocromático en las superficies vidriadas agregando nano tubos de carbono. “Las nano partículas son largas y delgadas por lo que, al cambiar su posición dentro de la masa del vidrio por acción de una corriente eléctrica, puede bloquear el paso de luz y radiación (calor por efecto invernadero).
Si bien estos desarrollos aún tienen un costo altísimo, su viabilidad será posible en poco tiempo. No obstante, el especialista advirtió el desconocimiento, al menor por ahora, de los posibles efectos nocivos de las nano partículas sobre la salud de las personas. "Los nuevos materiales deberán cumplir con las mismas normas de seguridad respecto a la deposición y toxicidad", concluyó Elvin.
Fuente:
http://arq.clarin.com/construccion/Materiales-verdes-nanotecnologia_0_580142201.html
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