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La Razón Poética

María Zambrano, filósofa española discípula de Ortega y Gasset, de Xavier Zubiri y de García Morente. Toma del primer filósofo el concepto de razón vital y desarrolla su teoría de la “razón poética”.


Consideraba que la conciencia primera es la conciencia poética.
Incorpora aportes de la literatura en su filosofía.

Entre la razón vital y el más puro racionalismo cartesiano, Zambrano sostenía su «razón poética» que es un nexo de carácter trascendente que une la filosofía con la vida.

Consideraba que era necesario el reencuentro entre la filosofía y la vida, ya que la razón pensante no debía ni podía ser autosuficiente.

"El pensamiento debe reconocer la «razón poética» que debe recuperar las «cosas y los acontecimientos no traducibles en razones». Sólo así se podrá conseguir la unidad del yo con la vida, y lograr, como resultado, una nueva humanización del hombre".

La razón poética como forma de pensamiento propia es la razón que no impone su ley como en cambio la razón postcartesiana, instrumento de poder sobre la realidad.

"Si hubiera de elegirse una entre toda las acciones propias del filosofar, del pensamiento en su máxima pureza y universalidad, sería sin duda la destrucción", una destrucción que, añadiría, es "creadora" porque, al destruir lo que "cierra el paso" al vivir humano, abre el espacio "del respirar y el ver, y conjuntamente la donación de la palabra. La palabra indispensable que opera sobre la realidad que circunda al hombre, la más humana, humanizadora palabra-pensamiento, pues". María Zambrano, "El horizonte y la destrucción" en Diálogos, vol 11, N° 4, México, julio-agosto 1975.

El subrayado es nuestro.